Todavía nos queda un poquito de verano, buen tiempo y temperatura muy agradable. Llevaba años queriendo conocer el Torrente de Pareis y ayer por fin cumplí este deseo. Disfruté como una niña. La experiencia fue única, me sentí muy alejada de todo y muy pequeña ante la naturaleza. Cuando llegué a la Calobra fue volver a la civilización.
Bajando hacia el torrente. |
Metida en el torrente. |
Acababa de salir de entre estas dos rocas. |
Desde el interior de la cueva de "des Romegueral". |
No hay comentarios:
Publicar un comentario